En base a la buena fomentación de valores dentro de la institución y
fuera de esta, de padres a hijos y de hijos a docentes, pude notar
que los tanto los pequeños como los docentes fomentan el valor del respeto, la
tolerancia, puntualidad, responsabilidad, entre los muchos otros. A su corta
edad ellos por si mismos saben pedir disculpas, la responsabilidad de sus
padres y de ellos a la hora de cumplir con alguna situación establecida; es gratificante que desde esta edad comiencen
a desarrollarse con estos valores, durante mi estancia en el jardín de niños
nos topamos con muchas situaciones, pero como en todo jardín, los docentes, son
como el segundo padre o madre de estos pequeños, tanto así que son ellos quienes
les van inculcando día con día todo tipo de valor, así mismo esto ayudándolos a
desarrollarse en un ámbito bueno y sano, es satisfactorio ver como poco a poco los niños se van desarrollando, como poco de forma independiente comienzan a fomentar, alimentar estos valores, realmente importantes en la vida del pequeño a esta edad.
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